sábado, 3 de septiembre de 2011

ENDURO DE MATAR (*)





Emblema ochentero de la extinta Atari que emboba a millones de niños en el mundo, Enduro, era el juego estrella de la popular consola de vídeos que acompañaba las tardes post tareas de colegio.

La complicidad de la interminable carretera y el recorrido del bólido con sus temerarios obstáculos, quedó grabada en la memoria de un grupo de amigos que mucho tiempo después optaron por bautizarse como el juego para hacer música.

Aunque la aventura ya lleva un quinquenio, es recién este 2011 que el grupo decide grabar un EP que centra su atención en bases electrónicas al grado que han prescindido de la batería analógica para dar paso a la programación dando como resultado un sonido que ellos mismos ubican entre el pop y el noise rock, aunque se dejan escuchar algunas reminiscencias shoegazing.

Este prolongado periodo para presentar una primera producción que aún tiene deudas por el sonido amateur, se debe al proceso de identidad que pasó por la transición de ser primero un quinteto y tener otro nombre (cuando eran “Hock” grabaron algunas maquetas); aunque para ellos el tiempo sea un mero trámite en su proyecto final que es hacer música con cero presión y total comodidad.

Por ese mismo motivo será improbable que se escuche su propuesta en medios convencionales, quedando relegados al mundo del ciberespacio que en muchos casos termina por ser refugio de sobriedad, pero visto desde el lente particular de la subjetividad el reconocimiento parecerá incierto.


Enduro, conformado por Víctor Hugo Linares (voz), Andrés Goyzueta (bajo), Mauricio Valdivia y Alex Fernández (guitarras) lo saben muy bien y por ello siguen en la carretera a la espera de un nuevo obstáculo.


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